Tres colores primarios


Boceto
Recuerdo que aquellas manos se conviertieron en las alas que el hombre de tu vida tomó para echar a volar. No lo perdimos, simplemente quiso saborear su libertad... y se fue.
Hoy sólo es día tres, como tres son los colores primarios que embellecen nuestras vidas, como día tres fue aquel día en que echó a volar. Mayo nos regaló sus flores, noviembre arrancó sus hojas.
Recuerdo que no existía consuelo para ese corazón marchito, que no cabían más lágrimas en tus ojos, que no cabía más tristeza entre mis brazos. Que las piernas nos temblaban sobre el suelo que nos empezaba a devorar.
Le dí la mano antes de irme. Le miré con todo el amor que tenía dentro. Con toda la rabia que cabía en mis puños cogí las maletas porque sabía que cuando volviera, él ya habría alzado su vuelo.
Te recuerdo más cristalina que nunca, más sincera que nunca, te recuerdo tú. No pensabas más que en tu dolor, en tu ausencia, en tu... en ti.
Pero los recuerdos se desgastan a medida que los usamos, y cada vez es más lejana esa imagen de tu figura desnuda, empapada de tristeza, si, pero llena de vida por una sola vez, llena del color que se derrite en las hojas de este block que se arruga ante tus lágrimas.
He venido a pintarte el alma. A llenarte de la vida que él siempre quiso que vivieras. He venido a recordarte que las alas son para volar...