Cuando duele, duele de verdad...

Fotografía - 2011
Como esas viejas fotos en blanco y negro en las que ella mira fíjamente a cámara y nunca podrás adivinar lo que estaba pensando en el preciso instante de la toma. Esos pensamientos, esas sensaciones, quedan atrapadas por la cámara, impresas en ese papel viejo que tras su delicada exposición se deja llevar en el vaivén de una cubeta reveladora.
Como esas fotos se sentía ella, un poco distante, un poco misteriosa, a veces irreconocible. No importaba las veces que la miraras a los ojos tratando de leer algún mensaje oculto cuyo fotógrafo quisiera dejar constante en ella. Podías pasarte horas navegando en la miel de sus pupilas, en su boca de fresa o en su interminable nariz. No importaba cuánto te quisiera, porque nunca te lo diría: el tiempo la enseñó a tapar con delicadeza todo cuanto dejara ver más allá. El tiempo la enseñó que el corazón, a largo plazo duele, y cuando lo hace, duele de verdad...

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