Cuando duele, duele de verdad...

Fotografía - 2011
Como esas viejas fotos en blanco y negro en las que ella mira fíjamente a cámara y nunca podrás adivinar lo que estaba pensando en el preciso instante de la toma. Esos pensamientos, esas sensaciones, quedan atrapadas por la cámara, impresas en ese papel viejo que tras su delicada exposición se deja llevar en el vaivén de una cubeta reveladora.
Como esas fotos se sentía ella, un poco distante, un poco misteriosa, a veces irreconocible. No importaba las veces que la miraras a los ojos tratando de leer algún mensaje oculto cuyo fotógrafo quisiera dejar constante en ella. Podías pasarte horas navegando en la miel de sus pupilas, en su boca de fresa o en su interminable nariz. No importaba cuánto te quisiera, porque nunca te lo diría: el tiempo la enseñó a tapar con delicadeza todo cuanto dejara ver más allá. El tiempo la enseñó que el corazón, a largo plazo duele, y cuando lo hace, duele de verdad...

La brisa

Autorretrato - Óleo sobre tabla
Él se refugiaba tras esa fachada de hielo que día tras día aprendió a levantar. No quería nada más allá de un trato cordial con quienes le rodeaban, sabía que cuando dabas un poco más de tí mismo terminaban apuñalándote por la espalda, dejándote a las puertas del que siempre creiste tu paraíso, y sin algo de ropa que hiciera más llevaderas las frías noches de aquella ciudad que le vió crecer. No quería nada más... o en el fondo lo deseaba, pero las magulladuras de años pasados le impedían dejarse querer.
Ella caminaba risueña, cada día, por las aceras de la calle que ha visto cómo se esfumaban sus ilusiones, disfrutando de la brisa que como cada mañana, juega con su pelo. No era consciente de que se ocultaba de algunas situaciones que ya había vivido repetidamente bajo la capucha de aquella sudadera negra que solía vestir para sentirse cómoda y resguardada de las frías mañanas de aquella ciudad que la vió crecer. Ahora sólo vivía el día a día, sin renunciar a los placeres que se le presentaban y tratando de no engancharse de nada que le cortara las alas que le daban su libertad. Le gustaba sentir la brisa en su cara...
Él se distraía para no pensar que estaba solo, y buscaba entretenimientos que quizás una noche sobrepasaran la línea que separaba lo correcto de lo menos correcto.
Ella buscaba ocupar el tiempo que quedó vacío tras la pérdida de la Ilusión aprendiendo a enseñar a vivir una vida que a ella se le escapaba de las manos.
A él le gustaba la velocidad.
Ella amaba vivir rápido para no darse cuenta de todo lo que había perdido.
Él quería alguien que escuchara los latidos de su corazón, pero que no le pusiera límites de velocidad.
Ella deseaba tener entre sus manos las Ilusiones de algún corazón roto para poder ayudarle a alcanzar lo que ella nunca pudo.
Se necesitaban, pero no lo sabían.
Cada día se cruzan por las aceras de la rutina y sus miradas se gritan algo que sus oídos no entienden...

Caminando

"Atándose" - Óleo sobre tabla
Se ató los zapatos y se incorporó. Sabía que después de caerse, sólo era necesario volverse a levantar. Lo demás aparecería poco a poco por el camino...

Cristales empañados

Salón de danza - Técnica mixta
Era como mirar a través de una ventana empañada en uno de esos fríos días del mes de enero, cuando acercas tu rostro al helado cristal y tu aliento empaña de dudas todo lo que hay al otro lado. Era un poco confuso, un poco intrigante. Pasaba la mano una y otra vez intentando ver más allá de aquel cristal empapado de sueños y frustraciones, pero era complicado intentar descubrir los secretos de aquellos lugares donde nunca se había estado antes con sólo mirar a través de un cristal nublado.
Había tantas cosas complicadas...
Día tras día se asomaba a aquella ventana, esperando obtener alguna respuesta. Día tras día le pasaba la mano a aquella ventana esperando que las gotas de agua que se dejaban caer por aquellos cristales le regaran las ilusiones que había plantado el día que descubrió aquel maravilloso lugar... Día a día esperaba que un alma sedienta de aire fresco abriera aquella ventana y le dejara formar parte de aquellos sueños y frustraciones que le mantenían apartado...

El Destino

Fotografía 2011
Tras la despedida, no quería pensar lo que le depararía su porvenir. Ya había hecho todo cuanto estaba en sus manos, y seguir pensando sólo le quitaría tranquilidad. Estaba dispuesta a aceptar lo que le tocara, pero no a conformarse sin más. Tenía que agotar sus recursos.
El Destino, sin embargo, fue mucho más listo que ella. Aquella tarde le estaba dando respuestas mientras ella ojeaba los artículos de aquella revista pasada ya de fecha y maldecía a aquel anticipado adolescente que le había hurtado su sitio junto a la ventanilla del autobús.
A pesar de su agotamiento y sus ganas de dormir para que el regreso fuera mucho más llevadero, Morfeo decidió unirse a aquel juego y se olvidó de pasar por allí esa noche, dejando que el Tiempo hiciera el resto...
Sumidos en una conversación que ella siempre había soñado tener algún día, llegaron a su destino. Cada uno tomó su camino pero en sus mentes habitaba el mismo pensamiento: un próximo encuentro.
Su vida probablemente nunca tuvo una conexión directa con la ciudad que ansiaba habitar. Sin embargo, esa ciudad quería mantener la conexión entre ambas. Y mientras uno echa de menos algo que nunca tuvo, otro tiene algo que nunca pudo echar de menos porque no le dieron ocasión. Y todos los días, antes de acostarse, acaricia el vacío de una presencia que jamás existió; se imagina su porvenir, esta vez sin muchas espectativas, porque sabe que el Destino termina regalándote aquello que un día soñaste y nunca creíste que existiera...

365 días

Retrato - fotografia 2011
Hoy te dí cobijo en mi hogar, te dejé formar parte de mi familia, de mi casa... Te dejé colarte entre las sábanas para que me chuparas los pies que traía fríos del viaje que hicimos juntos desde Salamanca. Dejé que me despertaras de madrugada, que me arañaras con esas uñas tan final, que me pincharas con esos colmillos tan sutiles...
Te dejé subir a mi regazo, dormirte junto al ordenador en las jornadas de trabajo, subirte en mis hombros cuando querías explorar nuevas formas de ver la vida.
Te dejé entrar en mi corazón, y vaya... la vida sin ti ahora no tendría sentido.
¿Dónde iban a quedar las largas mañanas correteando con nuestra amiga Kora por los campos perdidos que nos han visto gozar de vuestras carreras? ¿Los lametones en la cara al llegar a casa? Tantas cosas que no puedo explicar...
Espero haberte dado todo cuanto has necesitado, y seguir año tras año viéndote crecer y haciéndome feliz...

Su sonrisa...

Retrato- Fotografía 2011
Su sonrisa lo decía todo. Necesitaba oír de aquellos labios aquello que tanto necesitaba. Era como una droga que le hacía sentir bien...
Suspiraba por cada rincón imaginando aquella voz. Deseando cada minuto que aquellas calles formaran, algún día, parte de su día a día, parte de su corazón.
Su sonrisa lo decía... casi todo. A veces escondía las puñaladas que sin piedad algun alma pervertida le arrojó sin contemplación. No supieron ver a través de sus ojos color miel la niña que habitaba en su interior. No supieron que cuando acaricias un alma noble, por inercia, esta se acostumbra al tacto dulce de quien supo llegar hasta ella.
A veces se apartaba un mechón de pelo para dejar ver su expresión de felicidad. No había nada especial en su vida, pero para ella, su vida era lo suficiente especial como para vivirla con ilusión. Sabía que no estaba bien visto ser feliz en estos días, asique cuando llegaba a casa encendía los altavoces y bailaba al son de su alegría. No había nada cierto en su futuro próximo, pero tenía una corazonada: todo iba a salir bien...
Mientras tanto seguía soñando, que alguien le dijo alguna vez que "era gratis". Y seguía deseando que aquellas calles llenas de oportunidades formaran, algún día, parte de su sonrisa.

Asfalto

Retrato 2011 - Fotografía
Sonó el despertador. Era hora de enfrentarse a su destino. No era el que esperaba, pero le gustaba pensar que había algo mejor aguardándola. Le gustaba pensar que sus caricias realmente quisieron decirle algo que él jamás supo expresar por miedo al olor del asfalto...

Recogiendo

Fotografía - 2011
Empezamos a recoger. Doblamos la camiseta que nos recuerda aquella noche, los vaqueros de aquel día, limpiamos el polvo de los rincones donde alguna vez nuestro corazón se paró a pensar, colocamos los marcos de fotos que con las prisas se han descolocado o caído, guardamos el albornoz en el armario, doblamos con mimo las toallas de la piscina, metemos en el bolso el diario donde plasmamos esos momentos especiales del verano... Unas cosas van a la maleta, otras quedan en el viejo armario de la habitación, otras sólo pueden guardarse en el corazón, pero a veces nuestro propio corazón se queda pequeño para ciertos recuerdos que nos remueven las entrañas y nos hacen recordar que estamos vivos, que a veces, cuando el corazón está relajado porque cree que ya nada más le puede afectar, llega una persona que te descabala todo para que no bajes la guardia; la vida te trae a una persona para recordarte que hay que seguir luchando.
Recogemos el olor a cloro de las eternas tardes al sol, el tacto de la hierba en la planta de los pies que noche tras noche hemos regado con nuestras risas y nuestros recuerdos de veranos pasados.
Recogemos la brisa de este mes de agosto y la tormenta de julio. Colocamos los cojines de la cama, los que saben con qué soñamos y a nadie se lo cuentan porque esperan ver algún día cumplido ese sueño. Recogemos el pijama que alguna noche estuvo de más y ahora echamos de menos; las zapatillas que recorrieron los caminos que me hicieron sentir otra vez pequeña; las sandalias que trasnocharon y que sintieron mis ganas de quedarme un ratito más.
Guardamos las horquillas que sujetaron nuestras ganas de escapar, las gomas del pelo que nos refrescaron los pensamientos; los pintauñas que pusieron color a los días, a las tardes, a las noches que ella y yo pasamos sin nada más que pensar o que hacer.
Apagamos la lamparilla que iluminó mis noches en vela, y la que aclaró sus preocupaciones. Cerramos el armario con olor a mojado que comparte con ellos esa complicidad en cada camisa, en cada falda, en cada pantalón que ha viajado por toda Europa y desea regresar a casa para impregnarse nuevamente de su aroma.
Los balcones se asoman a los ojos de él, que con su bici aún está descubriendo las diferentes formas de viajar en este camino que todavía está empezando.
Ella se mira al espejo por última vez mientras colocasu mechón de pelo tras la oreja. Ese mechón de pelo que le acaricia el rostro mientras una suave sonrisa se desdibuja , porque vuelve a casa.
La última cama queda estirada bajo las manos trabajadoras de quien no pierde el aliento. Ella ya guardó todo, pero deja la colcha bien estirada, impoluta, en esa cama que le ha quitado tantos sueños, en esa habitación donde guarda tantos pensamientos...
Otros se quedan con la pena de que la rutina se vuelve a colar por las ventanas mientras unos y otros airean su propio verano y le quitan el polvo al otoño que se aproxima.
Cada uno tenemos nuestra propia maleta, pero todos guardamos en un mismo baúl los colores de este verano que tantas cosas buenas nos ha dejado para almacenar en nuestro recuerdo, en nuestros armarios, y que quedan impregnados en un olor, en un sabor, en una prenda que jamás será la que era. Dejamos lo viejo, dejamos lo que nos recordará en invierno que hubo un verano.
Empezamos a recoger, pero siempre se queda algo olvidado que sabíamos que estaba y no supimos dónde meterlo. Siempre queda algo esperando nuestro regreso para ser llevado en nuestro corazón o en nuestra maleta. Siempre hay algo que nos hace regresar...

Ginebra

2011 - fotografía
Pasamos mucho tiempo hablando. Quizás demasiadas palabras, cuando ninguna era capaz de abarcar lo que me hacías sentir. Ya no estás. Quizás fue un sueño. Un frío sueño en el que entre palabras, hiciste que mi corazón entrara en calor...

Besos cordiales

2011 - Fotografía
Se miraban en la oscuridad mientras sus bocas se besaban apasionadamente sin nada que decir al respecto. Sus manos surcaban terrenos que sólo se permitían allanar en la oscuridad. Sus corazones calmaban su sed con el sudor de los últimos suspiros de placer... Pero sus almas trataban de esquivar las palabras, palabras que quizás dejaran al descubierto esos sentimientos que ambos intentaban no mostrar, no mencionar... No querían pensar en los sentimientos. Sólo se amaban en cada encuentro como si fuera a ser la última vez que sus cuerpos se fundieran en uno solo.
Y cuando se despedían, se daban dos besos cordiales, como si nunca nada entre ellos hubiera pasado. Dos besos cordiales como los que se dan dos viejos conocidos que hace mucho tiempo que no se ven...

La bella durmiente...

2011 - Fotografía
Le gustaría pensar que todo era un sueño, uno de esos que siempre acaban mal, pero era la realidad de cada uno de sus días. Soñaba que el príncipe azul llegaría montado a lomos de un hermoso caballo blanco y la sacaría con un beso de aquella prisión que llevaba a cuestas cada día en su corazón. Que cuando se asomara a la ventana el aire fresco le susurraría al oído el poema que alguien un día escribió pensando en ella...
Pero no era así. Dormía y dormía para soñar y ser feliz en sus ensoñaciones. Pasaba los días durmiendo para escapar de la realidad que la atormentaba cada día. Y la llamaron Bella Durmiente, porque en sus sueños, su alma descansaba tiernamente y su gesto se volvia el mas bello del reino...

Dame de beber...

Madre e hijo - Grafito
Aquella estrella fugaz nos pilló despistados. Ese día probablemente tu no esperabas encontrarme y yo nunca hubiera imaginado quedarme compartiendo mi tiempo contigo hasta altas horas de la noche. Las matemáticas son exactas, siempre habrá diecisiete razones por las que todos piensen que es un error haber empezado a jugar a un juego que quizás mañana se me vaya de las manos. Siempre me recordarán lo lejos que estamos en el tiempo. Siempre me señalarán por haberme zambullido en este agua que algún día quizás, no me quite más la sed...
Sólo me quedaba una forma de decírtelo: por escrito. Sé que lo puedo hacer mejor, pero me reservo lo más dulce para cuando decidas volver a compartir tu tiempo conmigo un día en que ni tu esperes encontrarme ni yo imagine que te quedarás compartiendo tu tiempo conmigo...

El olor de las tardes de mayo

León orejas vueltas - Grafito
Le latía el corazón a mil por hora. Sabía que si cruzaba aquel umbral, nada volvería a ser lo que era antes. Pero deseaba tanto conocer ese olor... que no pudo resistir la tentación de dejarse acariciar por aquellas manos desconocidas con las que tanto habia soñado. Se alimentó de su mirada, de su calor, de sus besos furtivos, se empapó de su olor...
Todo estaba oscuro aquella tarde. Hasta el sol que empapaba su espalda de sudor estaba oscuro. Pero las casualidades existen... Aquel día del mes de mayo se cruzaron en algún pasillo de aquel hospital, se cobijaron en los brazos de la misma enfermera, compartieron el pan que traían bajo el brazo...
Y ahora estaban allí, compartiendo su olor en la oscuridad de aquella tarde que les gritaba algo, pero ellos no lo oían...

A mi lado

"León" - Grafito
Has llenado mi vida de ilusiones... Feliz cumpleaños...

Eres tú

"Carlos" - grafito
No sé cómo se escribe lo que me haces sentir cuando estás a mi lado. Ha llovido mucho aquí, pero mucho más allí desde la última vez que pude palpar tu presencia. Sin embargo sigues aquí, día a día, a mi lado, supervisando mi camino, dándome opciones, abriéndome puertas, a veces ventanas...
No me han enseñado, después de tantos años estudiando, la palabra que define todo esto que nos rodea y que me hace tan feliz.
Hoy tenía la necesidad de decirte que tú has sido el mejor regalo que la vida me ha dado. Que aunque no te veo, nunca te voy a decir "ven", pues cada día de mi vida estás aquí, presente, mirándome fijamente y robándome mil sonrisas, regalándome tus palabras, compartiendo conmigo tu camino... No te voy a decir "ven" porque creo que la vida nos tiene reservado algo maravilloso, algo mágico que un día nos pillará desprevenidos.
Eres el motor que impulsa mi vehículo, el copiloto que no permite que se desvíe mi sendero... Eres tú, y eso nadie lo va a cambiar...

Apunte del mar

Apunte a grafito de una playa, Lanzarote 2011
Después de toda esta aventura da pena marcharse, levantarse por encima de la isla y ver cómo se queda ahí abajo todo. Todo lo que habías soñado, imaginado, deseado,y algún día odiado. Da pena regresar a la realidad aunque en el fondo lo estés deseando. Da miedo volver a echar de menos algo o a alguien. No saber qué pasará... Da miedo.

Quizás, quizás, quizás...

Boceto - grafito
Después de tanto tiempo vagando por los días, pensando que la Ilusión cuando se perdía raras veces regresaba de donde se había fugado, apareciste tú, y lo llenaste todo de colores. Esos colores que sólo tus ojos ven y que me inspiran una nueva manera de ver la vida.
No sabría explicar cómo empezó todo. Un despiste, quizás, nos dio pie a empezar a mirarnos. Una mirada, puede ser, que nos diera pie a abrazarnos…
Es difícil explicar con sólo siete días en mis manos, que cada vez que me miras me enseñas ese mundo que aún desconozco, y que algún día te podré enseñar yo a ti a través de mis ojos.
Ahora te vas, igual que viniste, como las olas de ese mar que te envuelve. Y yo aquí, sentada, pensando en la magia de tenerte tan cerca a pesar de que no estás.
Hay flores de papel que me recuerdan tu olor. Butacas de cine que me devuelven tu calor. Una almohada que me cuenta los sueños que compartisteis. Tardes heladas que erizan mi vello y me recuerdan la brisa del mar que pronto conoceré…
No sabría explicar cómo empezó todo. Un abrazo, quizás, algún día nos dé pie a amarnos…


Je ne sais pas quoi dire

 Tu te présentes et laisse-moi sans paroles sous ce ciel, témoin ce que tu dis sans parler. Jusqu'au fin du monde...

Bésame el alma

No necesito un autobús. Me vale con una bicicleta para ir al fin del mundo contigo, que me hablas al corazón... y nunca pides algo imposible...